Aprender cómo cultivar calabazas amarillas. Las calabazas crecen muy rápidamente, pero eso sí, debes cuidar tu cultivo con gran dedicación. Puedes hacerte un experto en este cultivo y cosechar luego de 180 días tus propias calabazas. ¡Adelante!
Las calabazas se han utilizado durante siglos como decoración en cuanto a su utilidad como herramientas y utensilios. La cosecha muchas veces se utiliza con finalidades artísticas, pero otras veces se quiere observar el colorido de este vegetal en tu campo. En sí el cultivo de calabazas no es cosa difícil.
Las calabazas se pueden convertir en platos dulces o salados, sus semillas son saludables y divertidas para asar, y sirven como hermosas y brillantes decoraciones de otoño. El cultivo de calabazas es bastante sencillo, y además resulta sumamente económico, pues éstas crecen en gran cantidad de regiones.
Te presentamos una guía que te permitirá guiarte en el hecho de la elección de las variedades de calabazas que quieras plantar, también cómo llevar a cabo tu plantación y posterior cosecha, entre muchos otros aspectos.
Indice de Contenido
- 1 Cultivo Paso a Paso
- 2 Elección del tipo de calabaza a cultivar
- 3 Elección del lugar donde se va a cultivar
- 4 Semillas
- 5 Tipo de Tierra
- 6 Abono y Fertilizantes necesario para tus calabazas
- 7 Riego
- 8 Cuidados
- 9 Plagas y Enfermedades de las calabazas
- 10 Luz y Clima
- 11 Limpieza
- 12 Almacenamiento
- 13 Propiedades y Beneficios
Cultivo Paso a Paso
Este cultivo no es complicado, pero sí contempla una serie de pasos para que puedas tener éxito y contar con sabrosas calabazas dentro de tu hogar. Puedes disponer de un lugar para este cultivo en tu patio o en tu jardín.
Paso 1: Elige semillas de calabaza
Puedes buscarlas en el vivero que esté más cercano o en un lugar donde expendan semillas.
Hay muchas variedades diferentes de calabazas, pero para los propósitos del cultivador casero se dividen en tres categorías principales.
Paso 2: Verifica en el momento preciso en que debes sembrar
Las semillas de este vegetal no van a prosperar en un suelo que sea muy frío, motivo por el cual su plantación debe ocurrir expresamente cuando pase la escarcha. Lo ideal es plantar tus calabazas cuando esté finalizando la época de primavera o si no es así a inicios de verano, para recolectar tu cosecha en otoño. Transcurridos entre 95 y 120 días las calabazas comienzan a madurar.
Paso 3: Planta calabazas en el interior
Comenzar calabazas en el interior simplemente implica plantar las semillas en contenedores individuales, establecer algunas luces de crecimiento y regar a diario.
Paso 4: Es probable el uso de enrejado
En este cultivo, los enrejados pueden ser utilizados, los mismos son construcciones que generalmente se hacen ya sea en madera o también en alambre, esto con la finalidad de sostener las plantas.
No necesitas un enrejado para cultivar tus calabazas, ya que crecerán bien en el suelo. Sin embargo, las calabazas que crecen en el suelo tendrán un lado plano donde descansan, mientras que las calabazas que crecen en espalderas mantendrán sus formas redondeadas.
Si decides usar un enrejado, configúralo antes de plantar tus calabazas y apóyalo con el tiempo.
El uso de espalderas puede ayudar a evitar que tus calabazas contraigan enfermedades.
Paso 5: Busca un lugar preciso
La siembra debe ejecutarse al aire libre. Debe ser a plena luz del sol, contando con un espacio que sea extenso para que estas puedan crecer con la libertad propicia.
También pueden sembrarse en macetas, no obstante al hacerlo estás limitando bastante tanto su tamaño como la producción de las mismas.
Al no utilizar un enrejado, debes tener un espacio bastante amplio para que ellas se puedan extender. Pero si tienes enrejado, ubícalo en un lugar que tenga suficiente luz solar, recuerda que deben recibir gran cantidad.
Planta tus semillas a una distancia mínima de 8-10 pies para prevenir adecuadamente la formación y propagación de enfermedades.
Paso 6: El drenaje es importante para tus calabazas
Si vas a plantar calabazas trata de no hacerlo en suelos arcillosos, ya que estos no absorben el agua con la rapidez que se requiere. Elige un lugar que no tenga agua estancada después de fuertes lluvias.
Para darle a las calabazas un impulso adicional, prepara tu suelo de antemano. Cava agujeros grandes donde planeas plantar las calabazas y llenarlas con una mezcla de compost una semana antes de plantarlas.
Paso 7: Escarifica tus semillas de calabaza
Las calabazas son famosas por su resistente capa exterior de semilla, que es en parte responsable de su período de germinación extra larga. Las semillas de calabaza pueden ser escarificadas acelerando así todo el proceso. Así evitas que tanto tus semillas como las calabazas se puedan pudrir.
Usa una lima de uñas (lima de uñas de papel) o un papel de lija liso para rayar la superficie exterior de las semillas. Esto no debería tomar demasiado tiempo; el papel áspero solo debe endurecer el recubrimiento de ambos lados de la semilla.
Paso 8: El remojado de las semillas es importante
Tras llevar a cabo el proceso de la escarificación de las semillas, ubícalas en un envase que tenga agua tibia para que puedan estar en remojo.
Este proceso debe tardar al menos 24 horas, y así ayudas a acelerar ampliamente el proceso de germinación de la planta.
Paso 9: Ahora viene el proceso de secado
Las semillas deben secarse. Tras remojar 24 horas, saca tus semillas del agua y permite que se sequen por un proceso de 24 horas. Deja secar tus semillas colocándolas en un pedazo de papel encerado. Darles tiempo para secarse completamente evitará que se pudran antes de brotar.
Paso 10: Proporciona ventaja a tus semillas
Es una buena idea darle a tus semillas una ventaja (incluso si se encuentra en un área más cálida) plantándolas en conjuntos de inicio en el interior.
Coloca en tus bandejas semillas pequeñas. El suelo debe estar muy bien preparado. Es importante que solo ubiques una sola semilla en cada hoyo.
Riega diariamente. Debes hacer esto hasta que puedas trasplantar tus brotes al espacio donde se desarrollarán.
Asegúrate de que las semillas reciban mucha luz para evitar que se vuelvan demasiado largas (demasiado largas y con tallo desviado) más adelante.
Paso 11: Cava filas y crea colinas
En el lugar que ha seleccionado para tu parcela de jardín, usa una paleta pequeña o una pala para preparar tus hileras y colinas, o pequeños montículos de tierra, para las plántulas de calabaza. Si estás plantando muchas calabazas a la vez, asegúrate de seguir estrictamente las instrucciones para el espaciamiento de los paquetes de semillas. Por lo general, las calabazas necesitan plantarse a varios pies de distancia una de la otra para poder prosperar.
Mantén tus filas cerca de tu espaldera si estás usando una.
Paso 12: A plantar tus calabazas
Coloca cada pequeña semilla en tu propia colina individual; no agrupes varios en el mismo espacio. Las semillas deben ser cubiertas con al menos una media pulgada de tierra.
Paso 13: Pon atención a las calabazas que acabas de plantar
Cuando plantes, inmediatamente debes regar las semillas, así reducirás el riesgo que ocurre tras llevar a cabo el trasplante. Esta planta requiere gran cantidad de humedad. Por tal motivo debes constatar que la tierra esté lo suficientemente húmeda, por lo que si es necesario agregar agua todos los días, deberás hacerlo.
Paso 14: Es necesario deshacerse de las malezas
Elimina las malezas a medida que brotan, ya que éstas roban nutrientes valiosos y espacio de cultivo de las calabazas.
Al utilizar un enrejado, si es que lo estás haciendo, utiliza hilo para asegurar tus plantas. Esto lo debes hacer en la medida que las calabazas desarrollan su tamaño.
Paso 15: Coloca una capa de mantillo
Con el propósito de ayudar a que se bloquee la humedad. Coloca una capa de mantillo a la parcela de tu jardín. Así también ayudas a que no crezcan más malas hierbas.
Evalúa el hecho de agregar fertilizante. De ser así lo debes hacer en partes completamente iguales. Este proceso lo debes hacer cada pocos meses.
Si el clima está muy cálido o seco, debes agregar mayor cantidad de agua, manteniendo así mucha humedad en el suelo.
Paso 16: Guarda las semillas
Si vas a guardar las semillas, debes saber que la calabaza tiene mayor tiempo de duración cuando sus semillas se encuentran aún adentro. Pero también puedes almacenar sus semillas para el próximo año. Corta la calabaza abierta para quitar las semillas del interior.
Elección del tipo de calabaza a cultivar
Elige una variedad de calabaza. Existen muchas especies de calabazas. Tienen su forma, también color y tamaño que vienen a ser únicos.
Puedes encontrar tres variedades, que son las generales. Estas son: calabazas ornamentales (cucurbita), calabazas utilitarias (lagenaria) y calabazas de esponja vegetal (luffa). También considera incluir algunos tipos diferentes de calabazas comestibles.
Las utilitarias son verdes mientras crecen, y luego secan un tono marrón. Estas calabazas se utilizan con mayor frecuencia para herramientas y utensilios debido a su caparazón resistente.
Por su parte lo que son las calabazas de esponja vegetal cuentan con una cáscara que sin lugar a dudas se puede pelar. Al hacerlo, el centro puede usarse incluso como una esponja. Mientras se desarrollan, tienen flores de color amarillo.
Si bien no todas las calabazas son comestibles, muchas lo son. Puedes comer Butternut Squash, Cushaw, Festival Squash, Golden Acorn, y más. Algunas otras calabazas comestibles incluyen: manzana balsámica, okra china, club de guerra de Hércules y lufa joven.
Hay variedades que son mucho más grandes y también pesan más. Estas necesitarán un enrejado y también de material como madera para ser sostenidas sin que se caigan.
Cuando se tratan de variedades pequeñas, las mismas pueden ser cultivadas hasta utilizando una jaula de tomate como su enrejado. Es bastante práctica.
Elección del lugar donde se va a cultivar
Elige un lugar para plantar y prepara el suelo. Para prosperar las calabazas necesitan de grandes espacios. Elige entonces un lugar en tu patio con las siguientes cualidades:
20 o 30 pies (6.1 o 9.1 m) de espacio abierto. Tu parche de calabaza no tiene que ocupar todo tu patio.
Debe estar en el pleno sol, motivo por el cual no es recomendable elegir un lugar donde un árbol o un edificio hagan sombra. Es así como debes estar al pendiente de que las calabazas obtengan gran cantidad de sol durante todas las horas del día.
Semillas
Planta tus semillas en “colinas”. Construye un montículo pequeño de tierra y siembra la semilla 1-2 pulgadas (2.5-5.1 cm) de profundidad.
Planta 2 o 3 semillas a unas pocas pulgadas una de la otra, en caso de que uno no brote por alguna razón.
No importa qué final de las semillas apunta. Si las semillas son viables, crecerán de cualquier manera.
Cubre las semillas plantadas con compost. Si comportaste el suelo antes de plantar, puedes omitir este paso. Si no, agrega una capa delgada de compost o mantillo en las áreas donde plantaste las semillas. El compost ayudará a mantener las malas hierbas y nutrir las semillas.
Tipo de Tierra
Prepara el suelo No es demasiado difícil obtener tierra en las condiciones adecuadas para las calabazas, lo que hace que sean fáciles de cultivar en la mayoría de los lugares. El suelo debe estar bien drenado y cálido. Las calabazas no prosperan en un suelo de estilo arenoso, y recuerda que necesitan mucha humedad.
Prueba el pH de tu parcela de jardín para ver si está entre 5.8 y 6.4, que es el mejor rango para las calabazas.
Si tu pH es demasiado alto, incorpora turba para aumentar la acidez.
Si el aire es cálido pero el suelo todavía está frío, las plantas de calabaza no crecerán bien.
Abono y Fertilizantes necesario para tus calabazas
Debes fertilizar las plantas de calabazas. Cuando las plantas brotan por primera vez (en aproximadamente una semana o dos), agregar fertilizante fomenta el crecimiento saludable de la planta de calabaza. Espacio de Siembra para tus calabazas
Debes plantarlas en filas que contengan gran espacio entre ellas. Si la variedad que estás cultivando crece en enredaderas, debes espaciar en filas de al menos 3 o 4 metros de distancia. Esto debe ser dependiendo de la variedad que estés cultivando.
Riego
Tus plantas de calabaza deben ser regadas en el momento en que la humedad del suelo es realmente baja. Las plantas de calabaza necesitan mucha agua, pero no deben obtener demasiado.
Cuando el suelo se observe con resequedad, debes llevar a cabo un riego constante. Pero no lo hagas cuando esté húmedo.
Al regar tu planta debes usar bastante agua y dejar que el suelo en sí se remoje. Las raíces de estas plantas crecen suficientemente hacia abajo, esto dependiendo de la etapa en la que se encuentren. Es básico y fundamental que el agua pueda llegar hasta las mismas.
Es importante no regar las hojas de calabazas. Al hacerlo estás colaborando en el hecho de que crezca y se desarrolle un hongo llamado mildiu polvoriento, el cual ocasiona que las hojas se dañen y se marchiten y que además la planta pueda hasta morir. El riego se debe llevar a cabo en la mañana, esto es lo más recomendable. De esta forma el agua que esté en las hojas puede secarse con el sol.
Con el crecimiento de las calabazas y al adquirir su color anaranjado, debes disminuir la cantidad de agua que vas a utilizar en tu planta.
Deja de regar por completo aproximadamente una semana antes de planificar cosechar las calabazas.
Cuidados
Trata el caparazón de la calabaza. No es necesario que trates el caparazón de la calabaza. Esto lo haces si deseas cambiar su apariencia y así tendrá mayor duración. Puedes lavar tu calabaza con un poco de lavaplatos combinado con agua tibia. Esto ayuda a eliminar las bacterias. Luego puedes utilizar papel lija o lana de acero y así tu calabaza, en la parte exterior, brillará. Para finalizar el brillo puedes agregarle una capa de cera. Puedes decorar calabazas pintando los exteriores también.
Si cuidas como es debido tu cultivo, en una semana aproximadamente tus plantas pueden comenzar a crecer.
Para saber si tus calabazas están listas, tienes que observar su color. Si son de naranja muy brillante, esto dependiendo de la especie, y su cáscara es muy firme, ya están listas. Sus tallos y, a menudo, la vid misma deberían comenzar a secarse y marchitarse.
Si están suaves, no debes cosechar aún tus calabazas. No se mantendrán por más de unos días antes de echar a perder.
Plagas y Enfermedades de las calabazas
Verifica tanto las hojas como las flores de la planta. Esto es para buscar si existen escarabajos, los cuales tienden a comer el tejido vegetal y a matar la planta. Raspa tu planta, has este proceso algunas veces por semana.
Si cubres las calabazas podrás mantener lo que es en sí la presión de la maleza. Adicionalmente ayudas a que se conserve la humedad presente en el suelo.
Los áfidos atacan a muchas plantas. Generalmente se ubican en la parte inferior de las hojas y pueden llegar a matar las plantas. Rocíalos con agua por la mañana para que las hojas tengan tiempo para secarse.
Luz y Clima
Determina cuándo plantar. Las calabazas se desarrollan con mayor facilidad en climas cálidos, sin embargo en otras zonas también crecen.
Si te encuentras en un lugar que recibe temperaturas de congelación durante la mayor parte del invierno, deberás comenzar tus calabazas como semillas en el interior antes de sembrarlas afuera.
La duración aproximada desde que se siembra hasta producir una fruta completamente madura es de 180 días.
Limpieza
Las malezas y las plagas deben estar controladas. Si quieres obtener calabazas saludables debes cuidarlas y controlarlas durante todo su proceso de crecimiento.
Elimina el parche a menudo. No permitas que el crecimiento de malezas desplace a las plantas de calabaza o absorban los nutrientes que necesitan para prosperar.
Almacenamiento
Almacena tus calabazas en un lugar lo suficientemente fresco y a la vez seco. Mantenlos alejados de la humedad y la luz solar directa. No necesitan refrigeración. Este vegetal se mantiene por muchos meses, esto tras haber sido cosechadas.
Si las enjuagas con un cloro muy suave, esto antes de llevar a cabo su almacenamiento, ayuda a que no crezca ni moho ni hongos. Para esto debes utilizar una taza de cloro diluido en 5 galones de agua fría.
Propiedades y Beneficios
Aquí hay razones de por qué está bien ser completamente obsesivo con el súper alimento de esta temporada, la calabaza amarilla.
Reduce la tensión arterial:
El aceite de semilla de calabaza amarilla se rellena con fitoestrógenos, que las investigaciones demuestran que son útiles para detener la hipertensión.
La calabaza amarilla mejora tu vida sexual:
Las semillas amarillas de calabaza presentan una dosis de zinc (un cuarto de taza comprende casi el 17% de su consumo diario). Este mineral parece desempeñar una función en el bienestar sexual masculino, junto con la fertilidad, la eficiencia y el impulso sexual.
Tener un corazón coronario más saludable:
Esta fibra increíble también puede ayudar a proteger su corazón, exposiciones de análisis.
Calabaza amarilla para una vista increíble:
Una taza de calabaza cocida y masticada acomoda más del 200% de los requerimientos diarios sugeridos de vitamina A, lo que ayuda a la visión.
Esto es válido especialmente en condiciones de poca luz, según los Institutos Nacionales de Bienestar. Las calabazas son también ricas en carotenoides, los compuestos que dan a la calabaza su brillante color naranja, junto con el betacaroteno, que nuestro cuerpo convierte en una forma de vitamina A.
Además, se ha descubierto que ayudan a la disminución del funcionamiento de la retina en estos casos con la retinitis pigmentosa, una enfermedad degenerativa del ojo que puede provocar ceguera, según investigadores de Harvard.
La vitamina A también ayuda a este tipo y mantiene los poros y la piel sana, los dientes y los huesos.
Ayuda en la pérdida de peso:
La calabaza es una fuente de fibra que a menudo se pasa por alto; sin embargo, con tres gramos por porción de una taza y solo 49 de energía, puede mantenerlo satisfecho por más tiempo con menos energía. Un plan de alimentos rico en fibra parece ayudar a las personas a comer mucho menos, y por lo tanto arrojar libras.
Aumenta tu índice de sueño:
Las semillas de calabaza son ricas en triptófano, el aminoácido que contribuye a la somnolencia. El triptófano puede ser responsable de proporcionar al cuerpo la cantidad correcta de serotonina, el neurotransmisor que te hace sentir bien y que te ayuda a calmarte y relajarte. No solo las semillas de calabaza promueven un sueño más alto, la serotonina mejorará tu temperamento.
Te hace sentir más lleno:
Estas semillas de calabaza amarillas proporcionan 1,7 gramos de fibra por onza, mientras que la calabaza triturada tiene únicamente 50 de energía por taza y tres gramos de fibra. La fibra te ayuda a mantenerte lleno por más tiempo, lo que mantiene tu necesidad de comer a raya para que comas mucho menos en general.
Reduce el peligro de la mayoría de los cánceres:
Al igual que sus camaradas naranja, la zanahoria, las calabazas amarillas cuentan con el antioxidante betacaroteno, que puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer, en consonancia con el mayor instituto de cáncer de Nationwide.