Te presentamos una guía completa sobre cómo cultivar tomates, incluidas las mejores variedades para cultivar en el clima donde te encuentres, así como cuándo y dónde crecer. También se incluyen la siembra y el trasplante, el cuidado de cultivos, plagas y enfermedades (incluidos el tizón del tomate y los áfidos), la cosecha y el almacenamiento.
Es probable que hayas cultivado otras frutas y verduras, y que en consecuencia también quieras cultivar jitomates. Existen gran cantidad de tipos de tomates, que dicho sea de paso son beneficiosos para la salud, motivo por el cual cómo no animarte a cultivarlos. Aprende así como cultivar tus jitomates ya sea desde las semillas o desde una planta joven.
Indice de Contenido
- 1 Debes comprar tus plantas
- 2 Cosecha
- 3 Cultivo de tomates paso a paso
- 4 Elección del tipo de jitomate a cultivar
- 5 Hábito indeterminado de crecimiento del tomate
- 6 Elección del lugar donde se va a cultivar el tomate
- 7 Elige un lugar donde llegue luz solar
- 8 Semillas
- 9 Planta de semillero de tomate
- 10 Tipo de tierra donde se va a cultivar los tomates
- 11 Debes controlar el pH de tu suelo
- 12 Abono y Fertilizantes
- 13 Espacio para la Siembra
- 14 Riego
- 15 Cuidados
- 16 Debes prevenir la pudrición de la flor
- 17 Plagas y Enfermedades
- 18 Luz y Clima
- 19 Almacenamiento
- 20 Propiedades y Beneficios
- 21 Datos Nutricionales de Tomatillos
Debes comprar tus plantas
Si quieres buscar tus plantas, puedes dirigirte a buscarlas ya sea en viveros o en cualquier centro de jardinería. Debes tener en consideración que debes elegir plantas que sean sumamente saludables y debes adquirirlas cuando ya vayas a plantarlas. De lo contrario correrás el riesgo de que se sequen, de perderlas y en consecuencia no poder plantarlas.
Cosecha
Elija tan pronto como los frutos estén maduros (el color y el tamaño lo identificarán) para obtener el mejor sabor: coma lo antes posible. Tan pronto como una helada amenaza en octubre / noviembre, cosecha toda la fruta inmediatamente y colócalas en el alféizar de una ventana. Con variedades verticales, es posible aplanar suavemente las plantas y cubrirlas con forro polar hortícola para protegerlas de las heladas.
Cultivo de tomates paso a paso
Te presentamos paso a paso el cultivo de tomates de una forma sencilla y rápida que podrás poner en práctica.
PASO 1: Debes plantar en el suelo en forma directa, es lo más recomendable
Si deseas planta cualquier variedad. No es necesario regar con frecuencia, pero esto sí deberías hacerlo cuando las plantas en contenedores. Puedes considerar este método con el objetivo de obtener un rendimiento alto de la fruta en cuestión.
Es recomendable que encuentres un lugar donde las plantas reciban entre 6 y 8 horas de luz diariamente.
PASO 2: Debes crear camas elevadas
El suelo puede estar contaminado y sin lugar a dudas esta es una opción increíble y única para que la planta no sea afectada. Debemos mencionar que cuando el suelo no es compacto el drenaje es muchísimo mejor.
Eso sí. Debes dejar espacio suficiente entre las camas para poder realizar el mantenimiento requerido y conseguir una cosecha idónea.
PASO 3: Puedes usar contenedores si tu espacio no es lo suficientemente amplio
Si no tienes gran espacio en el jardín puedes utilizar los contenedores para plantar tus matas de jitomates. Estas requieren un riego mucho más frecuente, pues el suelo tiende a secarse con gran rapidez. Hay varias alternativas para estos contenedores, podemos mencionar los cubos que son bien accesibles para ser adquiridos. Es importante destacar que son livianos y se pueden trasportar fácilmente, recuerda también realizar los orificios que son necesarios para el buen drenaje de la planta. Otro tipo de contenedores son los cubos de metal, pero estos tienden a oxidarse.
PASO 4: Debes colocar las plantas en tus respectivas ventanas
Si colocas las plantas en tus ventanas puedes cosecharlas abriéndolas y regándolas como es debido. Si vives en una parte alta, menos plagas vas a tener y no van a afectar así tus cultivos.
Elección del tipo de jitomate a cultivar
Estándar: tomates de tamaño mediano que es probable que veas en las tiendas. Tomates lisos y redondos generalmente de piel roja o amarilla. Son buenos tomates de uso múltiple.
Variedad de tomate de TerneraBeefsteak: Tomates grandes de estilo mediterráneo excelentes para sándwiches y ensaladas. Ten en cuenta que los tomates grandes necesitan una temporada larga para madurar, por lo que no son aptos para crecer al aire libre en climas más fríos.
Ciruela : El italiano tradicional para enlatar y hacer salsa de pasta. No es el mejor sabor de comida fresca, pero cocina y congela bien.
Cereza: frutas pequeña y redonda, generalmente con excelente sabor. Variedades de piel roja y amarilla, incluida la fantástica ‘Sungold’ que definitivamente debes cultivar.
Variedades indeterminadas o cordón: la típica planta de tipo alto con la que la mayoría de la gente estará familiarizada. Por lo general, son soportes crecidos de guita o bambú y consisten en un solo tallo largo. Las variedades de Cordon producen brotes adyacentes que crecerán en grandes ramas laterales; necesitarán ser removidos ya que parecen mantener el hábito de crecimiento requerido. Permitir que las ramas laterales se extiendan dará como resultado una planta congestionada y un menor rendimiento de fruta madura.
Hábito indeterminado de crecimiento del tomate
Variedades definidas o arbustivas: adecuadas para el cultivo en contenedores, cestas colgantes o en cualquier lugar donde el espacio sea escaso. Las variedades de Bush no crecen con un tallo central y tienen un hábito de crecimiento lento y extenso que las hace útiles para crecer bajo campanas de cristal.
No es necesario eliminar los brotes laterales, ya que el arbusto se “detiene” por lo general logrando una extensión de 2-3 pies. Las frutas tienden a ser más pequeñas y maduran relativamente temprano.
Variedades enanas: plantas muy pequeñas y compactas que no crecen más de 8 pulgadas de alto. Ideal para el cultivo de contenedores. Las variedades enanas son geniales si tiene una cama elevada cubierta.
Elección del lugar donde se va a cultivar el tomate
Los tomates requieren un suelo muy fértil. Recuerda que una planta saludable puede tener hasta 2 metros de altura y producir cientos de frutas mientras ocupa un espacio relativamente pequeño (¡una col ocupa más espacio y solo produce una sola cabeza!). Prepara tus camas agregando suficiente estiércol bien podrido al momento de la siembra, tanto como una carretilla llena cada 3 metros cuadrados.
Los tomates también se pueden cultivarse en macetas y bolsas de cultivo, pero debido al espacio de raíz restringido necesitarás un régimen de alimentación más intensivo. Asegúrate de que las ollas contengan al menos 40 litros y solo planta 2 plantas en una bolsa de cultivo. Estas condiciones no son ideales, pero pueden ser la única opción en un jardín pequeño de la ciudad o si están creciendo en un balcón.
Usa el mejor compost que puedas y aliméntalo con una generosa cantidad de pellets de estiércol de ave y algas marinas al momento de plantar, alimentación líquida suplementaria con un alimento orgánico de algas marinas.
Elige un lugar donde llegue luz solar
Debes ubicar tus plantas de tomate donde reciban la luz solar directamente. Si tienes como residencia una zona de cultivo que sea fresca, debes buscar que la planta reciba al menos 6 horas de luz solar. Es importante que cumplas con ese requerimiento.
Semillas
Siembra las semillas en interiores a fines de febrero hasta mediados de marzo utilizando un propagador calentado o un alféizar cálido orientado hacia el sur. La temperatura del compost debe ser de aproximadamente 22 grados centígrados para que germinen las semillas. Las plantas jóvenes también deberán mantenerse calientes hasta principios del verano cuando la temperatura del suelo sea superior a al menos 10 grados.
Los tomates se pueden sembrar en bandejas de semillas y se pueden pinchar en macetas más grandes, pero es preferible sembrar en bandejas modulares y macetas más grande de 10 cm después de que se haya formado la tercera hoja. Las semillas se deben sembrar a 2cm o 3/4 de pulgada de profundidad en un compost de semillas con bajo contenido de nutrientes y en macetas a un compuesto para macetas más rico.
Planta de semillero de tomate
Necesitamos lograr un equilibrio con nuestras plántulas en este punto, ya que las mantenemos artificialmente calientes en una época del año en que los niveles de luz en realidad no son suficientes.
Cómo obtener semillas caseras de tomate
Si sigues los pasos que te presentamos a continuación podrás obtener tus propias semillas de jitomate en tu hogar.
Paso 1: Debes lavar tus tomates
Lava tus tomates tradicionales, luego córtalos por la mitad en el centro (no en el extremo del tallo). Aprieta suavemente las semillas de tomate y el jugo en un recipiente de vidrio o plástico etiquetado.
Llena los recipientes a la mitad, luego colócalos fuera del alcance del sol en un área donde no te molestará el olor a fruta o la maduración.
Paso 2: La mezcla debe asentarse
Deja que la mezcla de semillas se asiente hasta que la superficie esté parcialmente cubierta de moho blanquecino (de tres a cinco días). En climas cálidos, es posible que necesites agregar un poco de agua a mitad del proceso para mantener las semillas a flote. Raspa el molde blanco con una cuchara, teniendo cuidado de no quitar las semillas.
Paso 3: Debes llenar el recipiente con suficiente agua
Llena el recipiente con agua. Tras haber hecho esto debes revolver. Debes tener en cuenta que las buenas semillas se hundirán hasta el fondo.
Paso 4: Vierta y desecha las semillas y pulpa flotantes
Repite hasta que las buenas semillas estén limpias. Vierte las semillas limpias en un colador fino; enjuaga y escurre.
Paso 5: Deja secar tus semillas
Espolvorea las semillas en un plato y déjalas secar de uno a tres días, dependiendo del clima. Mantén fuera del sol directo. Para asegurarte de que se sequen completamente y no se peguen, revuelve dos veces al día.
Guarda las semillas secas en un lugar fresco, seco y oscuro en recipientes herméticos etiquetados individualmente, como envases de vidrio o tarros de comida para bebés. Esto debes hacerlo hasta el momento de la siembra la próxima primavera.
Tipo de tierra donde se va a cultivar los tomates
Para preparar el tipo de tierra que debes utilizar para el cultivo de jitomate debes agregar compost al suelo donde vas a sembrar. De esta forma podrás crear un ambiente y un medio que sea rico en materia orgánica tan necesaria para el cultivo. Puedes hacer tu propio compost o inclusive puedes comprarlo.
El suelo de tu jardín debe tener el compost requerido, pues recuerda que los tomates así lo demandan.
Puedes colocar tu plántula, sin embargo antes realiza una mezcla con material orgánico o también cáscaras de huevo para colocarlo en el fondo del hoyo donde vas a sembrar. Las raíces cuando alcanzan profundidad, también alcanzarán la capa necesaria de nutrientes.
Debes controlar el pH de tu suelo
Los suelos idóneos para el crecimiento de los tomates son los ligeramente ácidos. Si es muy ácido el calcio de la planta se puede lixiviar y la flor tiende a pudrirse. En tal sentido el pH del suelo debe estar entre 6.0 y 6.8. Si es mayor a esta cifra debes regar los tomates con agua y café frío en partes igualmente proporcionales.
Si por el contrario es de menos de 6.0 debes usar cal de dolomita o en su defecto cáscaras de huevo completamente trituradas.
Abono y Fertilizantes
Debes aplicar mantillo. Tras una o dos semanas las plantas de jitomate deben rodearse con un mantillo. Así puedes lograr el control de las malas hierbas y en forma adicional puedes tener el suelo húmedo en tiempo seco. El mantillo que se vaya a colocar debe contar como mínimo con una pulgada de espesor.
Debes elegir un fertilizante: Si el suelo se encuentra enriquecido con materia orgánica, los jitomates crecen como es debido. Al elegir un fertilizante químico, en forma inmediata debes buscar un fertilizante de origen vegetal. Si fertilizas en forma exagerada las plantas crecerán con rapidez, pero serán más susceptibles a las enfermedades y a las plagas.
Espacio para la Siembra
Cuando hablamos del espacio que deben tener las plantas de jitomate entre sí tenemos que decir que es entre 18 y 36 pulgadas aproximadamente. Se considera que este espacio es bueno para poder acceder a regar y desmalezar la planta.
En climas cálidos la distancia debe ser entre 23 y 46 cm. Se genera así sombras que son utilizadas para evitar las quemaduras.
Riego
El riego ideal para las plantas de tomate debe ser cada 7 a 10 días. Esto pasada la primera semana. Cada planta deberá recibir aproximadamente un total de 16 onzas de agua en forma diaria.
Es importante destacar que el riego por goteo o también de remojo es más recomendable en este cultivo, que el mismo riego por aspersión.
Los riegos de las plantas deben realizarse en horas de la mañana, así se evitarían enfermedades causadas tanto por moho como por hongos.
Luego de haber transcurrido diez días debes regar con mucho menos frecuencia, no obstante debes asegurarte que tus plantas reciban entre una y tres pulgadas, es decir de 2.5 a 7.6 cm de lluvia cada semana.
Si no es así, tú mismo debes colocarle 2 galones, que equivalen aproximadamente a 7,5 litros de agua por semana. Esto debes hacerlo comenzando al final de la segunda semana tras haber hecho el trasplante.
Tu riego debe aumentar con el crecimiento de las plantas y si el clima es más cálido debes llevar a cabo un riego profundo dos o tres veces a la semana. Cada uno de ellos debe ser de un galón aproximadamente. El suelo debe estar húmedo, pero no lo dejes en forma empapada.
Cuidados
Los tomates responden bien a la inoculación por hongos micorrízicos que construyen una relación simbiótica (beneficios para ambas especies) con la planta. Los hongos forman una red de hifas que transportan agua y minerales a la planta de tomate a cambio de azúcares producidos por las raíces. Los hongos micorrízicos están disponibles en forma de polvo para cubrir las plántulas durante la siembra o una “galleta” de fibra de coco que se coloca en el fondo del orificio de plantación.
Debes prevenir la pudrición de la flor
Cuando nos referimos a la pudrición al final de la flor, estamos hablando del ennegrecimiento del fondo de lo que es la propia fruta del tomate. Cuando te das cuenta de ello ya no podrás salvar tu planta, pues será muy tarde. Por este motivo es que debes prevenir que esto pase. Es importante destacar que este hecho se ocasiona por la deficiencia de calcio.
Sin embargo esto lo puedes prevenir si realizas la siguiente operación: Pon a hervir 4 litros de agua y colócale una cucharada de jugo de limón. A esta mezcla debes agregarle aproximadamente 5 o 6 cucharadas de harina de huesos y mezclas bien. Posteriormente debes cocinar la mezcla, completamente tapada, por unos 30 minutos. Deja enfriar.
Para finalizar coloca esta solución en las plantas, también en sus hojas y raíces. Por planta debes colocar aproximadamente un cuarto de galón.
Deja transcurrir unos cuatro o cinco días y repite este tratamiento.
De igual forma las cáscaras de huevos trituradas aportan calcio. Esto puedes agregarlo alrededor de tus plantas.
Puedes realizar tu repelente para aves
Las aves también tienden a comerse los jitomates. Por tal motivo puedes colocar especies de adornos en la parte de arriba de las jaulas de tomate. Así las aves creerán que son tomates y dejarán tus plantas tranquilas.
No obstante antes de la maduración de la fruta, debes cubrir con unas redes tus plantas, esto con el objeto de mantenerlas alejadas de las aves.
Plagas y Enfermedades
La mosca blanca es la plaga más probable para afectar tus tomates. Las moscas adultas (parecen polillas pequeñas) ponen huevos en la parte inferior de las hojas. Los huevos en crecimiento se alimentan de las hojas, dejando una secreción pegajosa que atrae otras enfermedades. Tan pronto como veas los huevos, intenta rociarlos con agua para lavarlos y eliminarlos a mano.
Hay un excelente control biológico disponible, una pequeña avispa que se alimenta de la mosca blanca. Los huevos de ‘Encarsia Formosa’ están disponibles por correo y deben usarse a los primeros signos de ataque, si las plantas ya están infestadas, es demasiado tarde.
Tallo del tomate afectado por la plaga Tomato Blight
Esto es causado por el hongo Phytophthora infestans, que también es la causa del tizón de la papa. Los signos son marcas marrones en las hojas que aumentan rápidamente de tamaño. Si se deja, cualquier fruta en desarrollo comienza a ponerse café y se pudre.
Áfidos (mosca negra y mosca verde)
La plantación de Marigolds realmente atrae insectos benéficos como las mariquitas y las moscas voladoras y estos aman comer mosca negra. Rociar las plantas con agua también funciona, simplemente golpea la mosca negra de la planta. Si ninguno de estos métodos funciona, dirígete al centro de jardinería para obtener un rociado químico: la mayoría funciona bien.
Virus mosaico
Existen muchas variedades de virus del mosaico que pueden afectar a los tomates, pero todas se pueden identificar con hojas que se vuelven amarillas, luego de bronce y se distorsionan. Este es un virus muy infeccioso que puede ser transmitido por los humanos de una planta a otra.
Problemas del tomate
Pocas plagas o enfermedades causan problemas en los tomates al aire libre; la falla generalmente es causada por el clima húmedo o frío. Las hojas que se vuelven moteadas, con vetas moradas o rojizas debajo de las hojas generalmente son causadas por la deficiencia de nutrientes generada por las bajas temperaturas. Las raíces no pueden absorber nutrientes cuando la temperatura es fría. Esto también puede ser la causa de la pudrición del final de la flor.
Deficiencia de calcio y pudrición de flor: La pudrición de la flor es un área oscura y a menudo podrida alrededor de la base de las frutas de tomate y es causada por la escasez de calcio. El problema puede estar bajo riego ya que la absorción de calcio se ralentiza en condiciones de sequía. Un régimen de riego más regular debería resolver este problema.
Deficiencia de magnesio: los síntomas son el color amarillento de las hojas, mientras que las venas principales permanecen verdes, las hojas más viejas se afectan primero. Solucione el problema utilizando piedra caliza de magnesio molido.
Luz y Clima
Debes combatir el calor. En un clima cálido debes cultivar variedades del tomate que puedan tolerarlo, tal es el caso de Phoenix, Heatmaster y Solar Fire. Deben recibir el sol plenamente en horas de la mañana, pero en la tarde no debe ser así. Se recomienda que entre las diez de la mañana y las dos de la tarde las plantas deben protegerse con paños de colores.
La humedad debe ser controlada
Las plantas de tomate necesitan al menos 80 o 90 por ciento de humedad durante el día, pero en las noches la humedad debe ser moderada, pudiendo estar entre 65 y 75 por ciento.
Si la humedad se encuentra superando el 90 por ciento o por debajo del 65 por ciento, la flor pudiera podrirse.
Al realizar tu cultivo en un invernadero debes medir la humedad del lugar, para esto puedes utilizar un psicrómetro de cuerda.
Cuando aumentas la humedad debes nebulizar tus plantas de tomate, pero si necesitas disminuirla debes aumentar la ventilación.
Si estás en un clima húmedo, debes cultivar tus tomates al aire libre. Recomendamos que cultives variedades que toleren la humedad: entre ellas Ferline, Legend, Fantasio.
Almacenamiento
Lava y seca tus tomates antes de guardarlos. A menos que planees guardar tus tomates por más de una semana, el alféizar de la ventana, la encimera o el tazón funcionan bien. Si sabes que no los usarás en los próximos días, las temperaturas más bajas ayudarán a preservar la fruta. No se recomienda guardar en una nevera, ya que las temperaturas más frías pueden reducir el sabor y causar hongos. Tus tomates recién cosechados deberían durar más tiempo en el mostrador de la cocina que los que se compran en el supermercado, que probablemente tengan algunos días cuando los obtengas.
Propiedades y Beneficios
Algunos de los beneficios para la salud de los tomatillos incluyen su capacidad para reducir las probabilidades de diabetes, aumentar la salud de tu sistema digestivo, estimular el sistema inmunológico, aumentar el crecimiento celular, aumentar los niveles de energía, prevenir ciertos tipos de cáncer, mejorar la salud de la vista, disminuir la presión de sangre, y puede ayudar en los esfuerzos de pérdida de peso.
Datos Nutricionales de Tomatillos
Los tomatillos tienen niveles significativos de fibra dietética, muy pocas calorías y bajos niveles de grasa. Además, contienen niveles moderados de vitamina C, vitamina A, vitamina K y niacina, así como potasio, manganeso y magnesio. En términos de compuestos orgánicos, sin embargo, los tomatillos poseen withanólidos y flavonoides como luteína, zea-xantina y betacaroteno.
Los beneficios para la salud de los tomatillos incluyen los siguientes:
Mejora la digestión
La mayoría de los vegetales poseen un alto nivel de fibra dietética, y los tomatillos no son una excepción. Esto significa que son muy buenos para la salud digestiva, ya que la fibra puede agregar volumen a los alimentos y acelerar su tránsito a través del tracto digestivo, eliminando el estreñimiento, exceso de gases, hinchazón, calambres e incluso afecciones más graves como cáncer de colon y úlceras gástricas. Además, la fibra es muy buena para regular la liberación de carbohidratos (azúcares simples) en el torrente sanguíneo, regulando así los niveles de azúcar en la sangre, que es importante para las personas que padecen diabetes. Las mismas necesitan controlar estrictamente sus niveles de glucosa e insulina.
Prevenir el cáncer
Contienen unos compuestos llamados withanólidos , que se han relacionado directamente con las funciones anticancerígenas y anti bacterianas. Los antioxidantes combaten los efectos de los radicales libres, que son los subproductos peligrosos de la reproducción celular que pueden matar o mutar las células sanas y convertirlas en células cancerosas. Además, la vitamina A, la vitamina C y los flavonoides dentro de los tomatillos proporcionan otros efectos protectores contra el cáncer, particularmente en términos de cánceres de pulmón y oral.
Impulsa el sistema inmune
La vitamina C que se encuentra en los tomatillos puede ayudar a estimular el sistema inmunológico al estimular a su vez la producción de glóbulos blancos, la principal línea de defensa del cuerpo contra los agentes externos y los patógenos. La vitamina C también es un componente clave de la producción de colágeno, que respalda la salud y la creación del tejido de la piel, así como las células y tejidos que componen nuestros órganos y vasos sanguíneos, aumentando la sostenibilidad del cuerpo y las funciones metabólicas.
Mejorar la visión
La vitamina A se ha conectado durante mucho tiempo a la salud de nuestra visión. Los tomatillos también contienen betacaroteno, un derivado de la vitamina A, que funciona como un antioxidante y previene la degeneración macular, las cataratas y otras afecciones que pueden afectar la salud de nuestros ojos.
Ayuda en la pérdida de peso
Los tomatillos son uno de esos vegetales preferidos para las personas que intentan perder peso. Las verduras de alto contenido nutricional, bajas en calorías y bajas en grasa con alto contenido de fibra, como tomatillos, ayudan a las personas a sentirse llenas, adquieren los nutrientes necesarios a diario y reducen las posibilidades de comer en exceso, porque se sienten saciados. Son ideales si estás tratando de reducir la obesidad para un estilo de vida más saludable.