Los acodos y otros métodos de siembra efectivos

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Puede conseguirse una planta de buen tamaño sujetando con estacas y enraizando una rama sujeta todavía a la planta madre. Arbustos y trepadoras como la Clemátide, la Wisteria, la Madreselva y el Jazmín se pueden propagar fácilmente mediante acodos.

Julio y agosto son los 2 mejores meses. Elije una rama joven cerca de la base de la planta. Practica una incisión al bies de unos 2 cm en la rama. Mantén abierto el corte con una piedrecita y rocíe la herida con una solución de hormonas rizógenas. Prepara el substrato con una mezcla base de perlita o arena gruesa y turba a partes iguales, y sujete la rama con una estaca.

Un trozo de alambre en forma de gancho puede ser también un buen método para sujetar la rama. La estaca debe tener entre 23 y 30 cm. de longitud; es vital que el acodo no sea desalojado de su posición. Sujete el extremo de la rama a una estaca vertical para que la planta quede bien proporcionada. Se formarán raíces al cabo de 6 o 12 meses entonces el acodo ya puede separarse de la planta madre.

Obtener El Máximo Partido

Las plantas tropicales creadas con semillas o raíces son más difíciles de cultivar que cualquier otro tipo de planta, dado que tienen un follaje exótico y exuberante, un ejemplar cultivado con amor y cuidado puede convertirse en un adorno muy atractivo.

Resulta divertido probar y experimentar que plantas cultivar en casa. Pero se requiere un poco de paciencia: Los huesos de fruta grande necesitan a veces más de 4 meses para germinar.

Recuerda, sin embargo, que resulta muy difícil obtener con estas plantas frutos comestibles. Usa siempre frutas y verduras frescas, si la fruta ha sido sometida a un tratamiento especial, conservada en lata o congelada, sus semillas son improductivas.

No te preocupes si tienes dificultades en hacer germinar huesos de fruta o raíces; trata de hacer crecer al mismo tiempo cierto número de ellos y seguro que alguno llega a germinar.

Semillas

Todas las semillas de cítricos (pomelo, naranja, mandarina, limón), al desarrollarse, se convierten en pequeñas y fructíferas plantas, con hojas verdes y brillantes y flores blancas de delicado perfume. Plante 5 o 6 semillas en una maceta de 7 cm. de diámetro llena de compost especial para semillas. Téngalas a una temperatura de 21°C hasta que las plántulas alcancen una altura de 7 cm. Trasplante cada plántula a una nueva maceta con compost fresco.

Proporciónales mucha luz y aire fresco y durante la estación del crecimiento aliméntelas cada 2 semanas con un fertilizante. Cada 2 meses disuelva en agua un poco de limadura de hierro y échela en la tierra.

En invierno protege a su planta del frío: Si tienes suerte, a los pocos años aparecerán en verano unas preciosas flores blancas. Si quieres puede fecundarlas con polen, pero los frutos obtenidos no serán comestibles.

El exquisito Kiwi se convertirá en una robusta mata trepadora. En verano produce unas flores blancas, aterciopeladas, de unos 4 cm. de ancho y en algunos casos, en condiciones adecuadas, produce incluso frutos comestibles. Consiga unas cuantas semillas negras y brillantes de un fruto fresco y entiérrelas en un compost especial.

El granado se convertirá en un hermoso arbusto de delicadas hojas verdes, que, en verano, desarrolla unas flores de color escarlata de 5 cm de longitud. Entierra las semillas secas en primavera.

El Cafeto o Planta Del Café tiene unas hojas hermosas y brillantes de color verde oscuro; en casa crece raramente más de 1,20 m, si quieres cultivar una, siembra los granos frescos, sin tostar, en un compost para semillas. Se requieren varios años de maduración antes de que la planta florezca y de sus pequeñas flores blancas, de perfume delicado, den paso a las drupas rojas.

Raíces

Muchas plantas comestibles interesantes pueden hacerse germinar a partir de raíces o de yemas. La planta del jengibre originaria de las Indias Orientales y cuyas hojas son de color verde oscuro y estriadas, crece hasta una altura de 90 cm y produce una gruesa raíz aromática.

Para cultivar esta planta, toma una raíz provista de brotes, entiérrala a una profundidad de 5-10 cm en una maceta de 25 cm de diámetro llena de compost fértil.

Mientras la raíz esté produciendo brotes y durante la estación de crecimiento, mantén la maceta a una temperatura de 20°C. Alimenta la planta con un fertilizante líquido cada 14 días y mantén el compost siempre húmedo.

En invierno deberás tener la planta una temperatura más fresca, no inferior a los 7°C y en un ambiente más seco; regar cuando el compost esté seco. En primavera puede dividir la planta en dos, obteniendo de este modo una nueva planta.

El Boniato es una trepadora emparentada con la campanilla, su raíz es un tubérculo alargado, con la piel ligeramente lisa y unas raíces rojas o amarillentas. Plántala en el compost de una maceta de 25 cm con el estrecho del tubérculo hacia abajo.

Cuando empiecen a despuntar sus largos zarcillos, fíjelos a una estaca. Un tubérculo de boniato hará crecer una planta grande, muy decorativa y de hojas también grandes; necesita un contenedor espacioso para poder expandir las raíces. Suminístrele mucha luz, pero no sol directo y en invierno téngala en un lugar resguardado, pero no muy cálido.

El Boniato puede cultivarse incluso sin tierra: Para ello tiene un tubérculo fresco y con la piel intacta y ponlo en la boca de un tarro de cristal con el extremo de forma husada dentro del agua con que se habrá llenado el tarro; déjalo en un lugar bien iluminado, pero no al sol, procura que no le falte agua: Al cabo de un tiempo empezarán a despuntar unas raíces en el tubérculo y germinarán unas ramas largas y flexibles con unas delicadas hojas verdes.

Ya que sin tierra la planta se nutre solamente de las “reservas” del tubérculo, será delgada y las hojas no muy grandes, podrás tenerla pues en un cesto colgante, con un ambiente fresco, procurando que no falte agua.

El Ananás es una suculenta muy bella de hojas en forma de espadas, verdes, bordeadas de amarillo y dispuestas en forma de roseta, que puede cultivarse en una maceta pero que solo dará unos frutos rojos muy pequeños decorativos, pero no comestibles.

Para ello elije un fruto fresco cuya mata de hojas sea todavía verde y esté en buen estado, córtala con un cuchillo y plántala, después de enjuagarla, sobre la superficie del compost de una maceta enriquecido con fertilizantes para plantas crasas.

La maceta debe estar iluminada pero no expuesta al sol, a una temperatura de 23°C y no excesivamente regada. Cuando la planta haya echado raíces (3 semanas) trasplántala a una maceta con compost para plantas crasas.

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